El pisto con huevo es probablemente una de las comidas más sanas y fáciles de hacer que he probado. Mi madre (sí, lo sé, siempre hablo de cómo cocina mi madre, pero es quien me enseñó a mi) siempre lo ha hecho en casa y lo ha acompañado de múltiples formas: con patatas fritas, con huevo o sin huevo, con patatas hechas dentro del propio pisto, etc.
A mi me gusta el pisto tal cual, sólo la verdura y le añado por separado las patatas para que lo que sobre pueda conservarlo y la patata no se estropee (no se pone mala, pero se queda como granulosa, y no me gusta), así puedo comer lo que haya quedado otro día y le puedo poner lo que quiera como acompañamiento.
Hace poco leí acerca del origen del pisto y de hecho me sorprendió ver la polémica sobre si el pisto es manchego o andaluz. En cualquiera de los casos, se trata de un guiso/sofrito de verduras, que acompañado de un rico huevito frito (sé que no es la opción más sana para un huevo, pero es que están buenísimos) o un huevo poché (esta es la opción sana), con patatas hace las veces de un plato sano, completo y nutritivo.
También está la opción vegana de no ponerle huevo y quedarnos sólo en las verduras y las patatas (está igualmente muy rico) con la que poder disfrutar de este plato tan estupendo.
Ingredientes para hacer un rico pisto con huevo
- 400 gr de tomate natural triturado (podéis hacerlo con tomates o con una lata de tomate natural triturado, que quizá, os resulte más fácil)
- 2 berenjenas
- 2 calabacines
- 2 cebollas medianas
- 1 pimiento verde mediano
- 1 pimiento rojo pequeño
- Sal y aceite de oliva virgen extra suficiente para cubrir el fondo de la cazuela en la que vayáis a hacerlo.
- Huevos (dependiendo de cuantos seáis, a razón de un huevo por cabeza)
- Patatas (al igual que con los huevos, a razón de cuántos seáis y cuántas patatas queráis consumir)
Cómo hacer pisto con huevo
- Lo primero es lavar bien todas las verduras y a continuación, trocearemos en dados iguales las berenjenas y los calabacines sin pelarlos (quitándoles únicamente el rabito). Los pondremos una media hora con agua y sal.
- Mientras, picamos la cebolla en daditos pequeños junto con los pimientos que habremos troceado a cuadraditos algo más grandes que la cebolla y lo pondremos todo en una cazuela con aceite de oliva virgen extra y sal a nuestro gusto hasta que esté doradita la cebolla. Cuando lo esté, añadimos el tomate triturado y lo mantendremos a fuego medio-bajo hasta que esté frito. Si vas a usar tomates enteros, pélalos y trocéalos antes de añadirlos a la cazuela.
- Cuando el tomate esté listo, añadiremos las berenjenas y los calabacines bien escurridos y cocinaremos con la olla tapada a fuego medio-bajo hasta que estas estén tiernas. Hasta aquí para hacer el pisto a secas.
- Si vamos a ponerle patatas al vapor, como en mi caso, haremos uso de nuestro estuche de vapor Lekué (si las haces de otra forma, hazlo, yo uso este estuche de aquí porque es más fácil y rápido hacer la comida al vapor).
- Pelamos y cortamos a dados las patatas y las untamos con un poco de aceite de oliva virgen extra y sal. Las pondremos 5 minutos en el microondas a máxima potencia. Dependiendo de la cantidad de patatas que vayas a hacer, tendrás que tenerlas más o menos tiempo en el microondas. En cualquiera de los casos, yo sólo usé una patata mediana y tardé 5 minutos).
- ¡Para acompañar de huevo el pisto con patatas, bastará con freír tantos huevos como personas vayan a comer o hacerlos poché para evitar el aceite!
Después de esto, sólo nos queda emplatar con un aro poniendo una capa sobre otra, que reconozco que mi emplatado es cursi, pero tenia que hacer la foto para enseñaros el plato (entenderéis que no queda muy molón poner la comida desparramada en el plato, que es como suele quedar así, tal cual).
Si te gustan los platos con verduras, te recomiendo que eches un vistazo a mis recetas de verduras. Te dejo la foto de cómo quedó el pisto con huevos desde otra perspectiva!
